17.6.08

Yo no quiero contar nada (Primera parte)

Sólo quiero que quede una prueba de que he hecho algo en mi vida. No pretendo transmitir ningún mensaje en especial. Predico lo insulso, lo sin sentido, lo que no tiene importancia.
Me gustaría que tú predicases conmigo.

Chico Z se levanta y se queda mirando al infinito. Pared azul.
Chico Z sale a la calle, camina, camina, y camina distraído. Amanece en un día bastante apático.
Él no suele ser así simplemente ha cambiado, se ha levantado con el pie izquierdo que se suele decir. Es fácil dice él, la atención se centra en sus primeras palabras.
Es fácil que nadie sepa el por qué de todo esto, la explicación es harto sencilla. No quiero seguir así, y creo que cambiando algo tan básico como mi carácter tiene que cambiar mi vida por completo. Hasta ahora intentaba ser amable con todo el mundo y hacerlo todo bien, progresar según los cánones establecidos. Ser el mejor sin dejar de ser uno más, ser solidario, bromista, amable, cariñoso, estupendo, gentil, locuaz, sonriente, ingenioso, abierto, predecible, romántico.
Hoy he decidido que mi vida estaba estancada y que ya no puedo progresar más como persona correcta y sencilla que era, necesito ser diferente.
A partir de este momento voy a pasar de todo, ser antipático, pasivo, lento, serio, amargo, pero feliz, lo que seguro que voy a encontrar ahora es mí felicidad y no la de los demás.
Antes era de una manera para que los demás estuviesen contentos conmigo, fuesen felices conmigo, ahora voy a ser feliz yo y los demás que se busquen otro mono de feria.
Para empezar he pensado que no ir a trabajar era un buen comienzo para romper con el pasado y no tener más remedio que tirar para delante con mi decisión y evitar cualquier posible crisis de principios.
No digo que vaya a ser fácil pero nadie dijo que la felicidad fuese sencilla de alcanzar, es más nadie está o no puede estar seguro de cuando es plenamente feliz, de hecho no está probado que esa situación o estado anímico exista. Eso lo digo no porque sepa que no está probado sino porque no me creo nada de lo que esa gente me diga.

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